La anestesia es una parte fundamental de cualquier procedimiento quirúrgico y tu preparación puede marcar la diferencia en la seguridad y efectividad del proceso. A continuación, te compartimos los tres pilares clave a tener en cuenta antes de entrar al quirófano: ayuno, medicación y manejo de la ansiedad.
1. Ayuno: ¿Por qué es tan importante?
Uno de los pasos más importantes antes de una cirugía es respetar el ayuno preoperatorio. Esto no es un capricho médico: comer o beber antes de la anestesia aumenta el riesgo de aspiración pulmonar, una complicación grave en la que el contenido del estómago puede pasar a los pulmones.
Como regla general (siempre seguir indicaciones específicas), las últimas recomendaciones hablan de:
· Sólidos: dejar de comer 6 horas antes de la cirugía. Recordar que se recomienda que la última comida que se haga antes de iniciar el ayuno, debe ser fácilmente digerible y en cantidades algo menores de lo habitual.
· Líquidos claros (agua, té sin leche, jugo sin pulpa): hasta 2 horas antes. Aquí hay que hacer hincapié en la leche: es un líquido que en contacto con los jugos gástricos se solidifica y adquiere una textura que puede llegar a ser similar al requesón, por eso es importante evitarla.
¿Chicle o caramelos? Tampoco se recomienda, ya que estimulan la producción de ácido gástrico, que puede ser muy dañino si alcanza las vías respiratorias.
2. Medicación: ¿Qué debo tomar o suspender?
Muchos pacientes toman medicamentos diariamente. Por eso, es esencial que tu anestesiólogo conozca toda tu medicación habitual, incluyendo suplementos y productos naturales.
Algunos ejemplos comunes:
· Antihipertensivos y medicamentos cardíacos: dependiendo de la agresividad de la cirugía y de la modalidad anestésica, pueden mantenerse o deben suspenderse.
· Anticoagulantes (como aspirina, clopidogrel, warfarina): pueden necesitar ajuste o suspensión.
· Medicamentos para diabetes: pueden modificarse según el tipo y el horario de la cirugía.
Lleva una lista completa de tus medicamentos a la consulta preanestésica.
3. Ansiedad: El gran olvidado
Es completamente normal sentir nervios antes de una cirugía. Pero la ansiedad también puede afectar tu experiencia anestésica, aumentando la presión arterial, el ritmo cardíaco o incluso generando complicaciones.
Algunas recomendaciones:
· Habla con tu anestesiólogo: conocer el procedimiento reduce la incertidumbre.
· Evita buscar información alarmante en internet.
· Respira profundamente y utiliza técnicas de relajación la noche anterior.
En algunos casos, se puede indicar una medicación suave para tranquilizar antes de ingresar al quirófano.
En resumen:
Paso ¿Qué hacer?
Ayuno 6 horas sin comida, 2 horas sin líquidos claros.
Medicación Informar todo lo que tomas. Seguir indicaciones médicas.
Ansiedad Hablar, informarse bien y evitar el estrés innecesario.
Tu seguridad empieza mucho antes de la anestesia. Prepararte bien es el primer paso para un procedimiento exitoso. Si tienes dudas, no dudes en preguntar. ¡Tu anestesiólogo está para ayudarte!